Esta obra trata sobre el compromiso que asume una persona para servir a Dios desde una posición de responsabilidad en el gobierno de la Iglesia. Así que la primera cosa que necesitamos mencionar es que el compromiso más grande que jamás haya sido hecho por alguien a algo es el compromiso que ha hecho Dios con Su Palabra.

 El tema que aborda este libro es una prueba más del amor inconmensurable de nuestro querido Padre celestial. Él, en un típico despliegue de ese amor, nos muestra en “3D” lo que nos espera a partir del momento en que nuestro Señor Jesucristo se constituya en las nubes y produzca las transformaciones de nuestros cuerpos a vida sin fin.

En estas páginas encontrará mucha y muy buena información sobre el cuerpo que nuestro Padre tiene preparado para Sus hijos. Esta obra compila y analiza mucha información Bíblica respecto del nuevo cuerpo celestial garantizado para los hijos de Dios. Definitivamente, el cuerpo nuevo es parte de la Esperanza del hijo de Dios.

Todo creyente renacido de espíritu santo debe conocer y entender el porqué de su vida terrenal en este cuerpo de naturaleza finita, y prepararse para aprovechar y disfrutar de las infinitas bondades de su próxima perfecta vida en un nuevo cuerpo incorruptible semejante al de nuestro Señor Jesucristo resucitado.

Las enseñanzas en estos Capítulos son muy esclarecedoras, y necesarias, debido a la escasez de tratados exhaustivos sobre el tema que trata con una realidad que se avecina, tan verídica como nuestra actual existencia.

La Palabra de Dios, no deja lugar a duda alguna acerca de la naturaleza amorosa del Padre celestial para con toda la humanidad y Su cuidado particular para con los Suyos. De tal manera que no habría cosa mala alguna que pudiera partir de nuestro Padre. No hay nada en Él que signifique algún perjuicio para la gente. En esta Clase estudiamos la naturaleza de bien de nuestro querido Dios y la importancia que tiene saber cómo hacerse de Sus bendiciones.

A lo largo de los años de humanidad ha habido un pequeño puñado de seres que realmente se destacaron por sobre la media. Estos seres hicieron contribuciones irrepetibles que marcaron a fuego la historia y las vidas al haber compartido sus saberes y sus “haceres” en bien de los demás. Por encima de entre esos muchos grandes, dignos de verdadero reconocimiento, figuran aquellos hombres y mujeres de la Clase de Dios. Estos fueron los más necesarios de aquel grupo porque sirvieron a Dios y Sus amorosos propósitos de bien para la humanidad por siempre. Esto hicieron, con muchos renunciamientos personales y a   pesar de las muchas y variadas adversidades que confrontaron. Sus acciones, según los caminos de Dios, bendicen aún e impactan más allá de sus propias vidas. 

Este Moisés ha sido un faro para muchos a lo largo de las edades. Ha inspirado a nuestro querido Señor Jesucristo y a sus predecesores y contemporáneos en los caminos de Dios. Al día de hoy nos inspira a nosotros que deseamos hacer de la voluntad de Dios nuestra voluntad como hicieron Jesús y Moisés. Todo esto sin importar “las piedras” que uno encuentre el camino.

Este libro aborda el tema de la relación que hay entre Dios, el Padre, y el Señor Jesucristo, Su Hijo. Dos seres maravillosos e independientes, unidos únicamente por la relación que une a todo padre con todo hijo. Esta clarísima verdad surge de las Escrituras; tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento.

 No debemos pasar por alto los detalles en la Palabra escrita. Nosotros, Sus hijos, como la gente de Dios que somos no podemos permanecer indiferentes a Sus Palabras exactas. Por ello, debemos considerar concienzudamente y con la mayor precisión que nos sea posible, qué es lo que está escrito, pues no hay otra manera que podamos guardar los mandamientos de nuestro Dios y elevarnos a vivir Sus valores y verdad. Por el contrario, enseñar doctrina por fuera de la Biblia, fracasa en su intento de expresar el corazón de Dios y realmente deshonra a Dios y a Su Cristo.

 El conocimiento, entendimiento y aprovechamiento de nuestra redención se fundamenta en el hecho que un hombre pecó y otro hombre nos libró del pecado y sus consecuencias. Es decir que, si Jesucristo fuera Dios, nosotros no estaríamos redimidos. Así de crítica sería nuestra situación.

Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él. Proverbios 22:6. Los padres cristianos creyentes deben darse cuenta de la estupenda responsabilidad que Dios les ha dado. Dios les ha conferido a los papás el cuidado de sus pequeños. Esto tiene que estimular a los padres a caminar de acuerdo a la Palabra de Dios. En la medida en que los creyentes adultos caminen de acuerdo a esa Palabra de Dios creída en el corazón, se beneficiarán los creyentes más jóvenes, sus hijos. Instruir al niño en la Palabra de Dios no es una carga, un impedimento en la vida o la responsabilidad de otros.

Esta colección trata temas fundamentales para que los niños vayan creciendo a su ritmo y sabiendo del amor de Dios, de Su bondad, de Su cuidado por los Suyos, de Su grandeza y todo lo que nos ha dejado para que sepamos de Él y podamos actuar victoriosos.

Este libro estudia la Parábola del Sembrador que salió a sembrar. Con él aprenderemos, de la Palabra de Dios, las cuatro posibles respuestas a nuestra presentación del Evangelio del Reino de Dios. Asimismo, aprenderemos cuál sea nuestra responsabilidad con este bendito anuncio que tenemos el enorme privilegio de declarar.

 La gran mayoría de los estudiosos de la vida y ministerio del Señor Jesucristo concuerdan que su mensaje central fue el anuncio del Reino venidero. Como Jesucristo es nuestro Señor la lógica indica que podemos y deberíamos hacer los trabajos que él hizo, es decir sus obras y aun mayores pues él fue al Padre.

 De todas las actividades redentivas de nuestro Señor, aquella a la que más se dedicó, definitivamente, fue el anuncio que hizo del Evangelio del Reino de su Padre. Aquí es donde se hace tan importante la Palabra de Dios vertida en este Libro.

 Esta obra es parte de la Serie del Reino de Dios y enseña su aspecto práctico, el cual es, el anuncio o la proclama de este maravilloso Reino del que todos los hijos de Dios, y los santos de Israel, formaremos parte.

Un Estudio de la Ley del Dar y Recibir en la Palabra de Dios.

Una ley es una regla o norma constante e invariable de las cosas... La gravedad terrestre es una ley de la naturaleza instaurada por el Creador cuyo conocimiento y formulación Newton develó para la humanidad. Ya sea que usted la conozca o no, de todos modos siempre se aplica dadas las condiciones particulares de la ley...

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A lo largo de los años cualquier persona puede observar cómo ha permeado el concepto religioso de la falaz idea de la “vida inmediatamente después de la muerte”. Esta mentira ha impactado a tal punto a las personas, que algunas sostienen supuestas “conversaciones” con sus seres queridos muertos. Otros “les rezan” a seres muertos considerados deidades, pidiéndoles trabajo, salud, novio/a... Algunos más participan de sesiones espiritistas donde se les hace creer que el difunto está presente y les hace saber cosas de su vida o su familia. En abierto contraste, la Biblia es muy clara cuando habla acerca de los muertos. La Biblia enseña que estarán en ese estado hasta que resuciten en alguna de las resurrecciones que Dios tiene preparadas para la humanidad.

Este libro documenta de las Escrituras lo que Dios declara en Ellas acerca de la vida, la muerte y particularmente la resurrección de Jesucristo que nos garantiza que a su regreso, quienes “duerman en él”, serán resucitados. A la vez, quienes estemos vivos seremos transformados y juntos iremos al encuentro de nuestro Señor en el aire. A partir de ese momento, estaremos por siempre con él.

En este libro Fernando Ruiz hizo una hermosa recopilación de las mujeres que tuvieron acciones destacadas y que están registradas en la Palabra de Dios. De distintas maneras cada una de ellas se transformaron en piezas imprescindibles para que la Palabra de Dios continuara viviendo en las vidas de varias personas. Muchas veces fueron muy instrumentales para que continuara la línea de sangre para que llegara el Mesías prometido. Con un lenguaje sencillo e invitante comparte simples grandezas y principios maravillosos para nuestra vida.

Sobre el tema de la oración nunca habrá suficientes trabajos escritos. Hay “mucha tela para cortar”. Si busca, usted encontrará muchas y muy buenas obras acerca de la oración a Dios. Algunas de ellas han sido fuente de inspiración y o de conocimiento para realizar este trabajo. Gracias a Dios por aquellos autores y sus obras porque la oración es uno de los temas más importantes para nuestra vida privada y colectiva de relación con nuestro Padre celestial. Pero la fuente de información central acerca de este tema y de todo otro tema que pertenezcan a la vida o a nuestra relación con Dios, están en la Palabra de Dios. Lea mucho la Biblia y se sorprenderá con las gemas que hay disponibles sin siquiera escarbar mucho la superficie.

Desde los albores mismos de la humanidad Dios tuvo un propósito para ella. Este libro presenta cuál fue ese propósito o intensión original. El Reino de Dios es la esperanza compartida de los santos del Antiguo Testamento con los del Nuevo. Explora quién fue Jesucristo y para qué fue enviado a nosotros. Estudia detalladamente quién fue el rey del Reino y cuál fue la buena nueva que proclamó. A lo largo de este estudio el lector será presentado con nueva información documentada a lo largo del mismo para que quede bien en claro qué es el Reino de Dios y en qué nos compete a los santos de después del día de Pentecostés.

Segundo de la Serie EL REINO DE DIOS

Esta obra se sumerge en uno de los temas más significativos en la Palabra de Dios ya que Dios mismo declara que Su voluntad es que todos los hombres sean salvos. Eso es tan importante para Él que dio a Su unigénito hijo para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna.  La obra está dividida en tres partes. La primera estudia el diseño original de Dios pospuesto por el pecado. La segunda estudia cómo regresar al diseño original perdido y la tercera qué hacer con ello una vez que lo obtuvimos del corazón de amor y gracia de Dios.

Cada vez que usted perdona, usted se encuentra identificado con Cristo y sus logros en la cruz. Generalmente asociamos el perdón de pecados de Dios al hombre pero el perdón también es una herramienta valiosísima entre los hijos de Dios. Los unos nos perdonamos a los otros. Perdonar es básicamente cancelar una deuda con el fin de ofrecerle al ofensor la oportunidad de arrepentimiento y de restauración de la realción rota.

La aventura más emocionante y recompensante que persona alguna puede emprender es el estudio de la Palabra de Dios. No hay cosa más sublime que nos conecte con los recursos de Dios que no sea lo que Él mismo desde Su corazón de amor declaró a santos hombres de Su elección para que nosotros lo conozcamos y lo amemos.
Este libro intenta abordar este tema pues es de superlativa importancia saber y actuar con la profunda convicción que la Palabra es de Dios. No es suya lector, no es mía, como tampoco es de su grupo o religión. Por tanto cuando uno la recibe por Su gracia debe de darla de la misma manera.

Nada hemos hecho para merecer que se nos provea de un cordero Pascual tan eficaz como lo fue el Señor Jesucristo que haya hecho un sacrificio irrepetible de sí mismo con veneficios tan profundamente positivos para nosotros. Nada menos que él, un completo salvador que era un hombre como nosotros.

Trata de lo que fue un secreto guardado por Dios y que ya no debiera ser más un secreto. Es imperioso que los hijos de Dios nos elevemos a la altura de lo que podemos hacer y necesitamos dar al resto de nuestro hermanos en Cristo de todo el mundo. Eso, claro está, con total independencia del grupo o religión al que uno pertenezca.

¿Quién es Jesús? Looking Unto Jesus trata de la relación entre Dios y Su unigénito hijo, nuestro Señor y salvador, un hombre como nosotros. Su autor, Robert Wray, ofrece una abundante evidencia Escritural y ahonda en como su fe ofrece salvación. Excelente libro de estudio Bíblicopara todo aquel que entienda inglés. Lenguaje sencillo, claro al punto muy bien documentado.

Se puede adquirir entrando a Amazon y buscando por su autor: Robert Patton Wray (haga click en la imagen)

Juan 14:12 sera el versiculo central de nuestro estudio de Somos como era Jesucristo - Era como somos, pues existe un inmenso poder en la verdad de nuestra identificacion con Jesucristo. Es una verdad que esta disponible conocer y utilizar en nuestras vidas desde el instante mismo que Dios nos hace Sus hijos. Esta verdad del andar del sacrificio sustitutivo de Jesùs no a perdido valor. Conocerla y aplicarla es nuestra certeza de poder y victoria en nuestras vidas.

Es imposible pasar por la vida y no tener algún conflicto en nuestras relaciones. Esta Clase enseña directamente de la Escritura cuál es la manera Bíblica de lidiar con estas situaciones desagradables. Al hacerlo haremos nuestra parte en guardar la paz en la unidad del espíritu y nuestro Padre se llevará la gloria.

Es imprescindible para entender conflictos entre hermanos y solucionarlos al modo de Dios.

En esta Clase obtendremos conocimiento, entendimiento y gran aprecio de la magnitud del respeto que tiene Dios por Sus colaboradores. Asimismo, lógicamente, conoceremos a Sus  muchas veces invisibles  asistentes. También vamos a entender con mayor precisión lo mucho que “se mueve” fuera del alcance de nuestros ojos para nuestra bendición, para que las cosas nos vayan bien. Entenderemos mejor el ejército que existe en nuestro favor para que podamos agradecerle a nuestro Padre por todo lo que nos proveyó para nuestro inmenso bien. A la vez podremos honrar a aquellos que tras las cámaras –y las más de las veces con nuestro desconocimiento- nos sirven sin reservas inspirándonos a nosotros a servir de idéntica manera.

Que desconozcamos los mínimos detalles de su presencia no significa que no reconozcamos su híper obvia asistencia en nuestras vidas.

Cuando la Biblia dice por ejemplo: “hermanos”, se deduce que es colectivamente los hermanos + las hermanas, lo mismo que cuando dice: santos, elegidos, amados, hijos y todo otro vocablo que defina nuestra relación, ya sea con el Padre o con nuestro Señor o entre nosotros. Esta manera “masculina” de hablar es un hecho “histórico/ gramatical” y no disminuye para nada la importancia de la mujer a los ojos de Dios o de nuestro Señor Jesucristo y no debiera disminuir para nada la existencia y aporte de la mujer en el Cuerpo de Cristo. Esta es una Clase liberadora que pone "los puntos sobre las íes" en cuanto a la responsabilidad de todos los hijos/as de Dios.